En un rincón sombrío del bosque el musgo cubre las piedras del antiguo cauce de un arroyo. Las rocas redondeadas hablan del largo tiempo que estuvieron expuestas a la erosión de las aguas, donde el fluir continuo de la corriente, y el paso de los años, las fueron desgastando. Pero hace tiempo que el río eligió otro curso, y el viejo arroyo es sólo un recuerdo que las raices, el musgo y las piedras intentan borrar.
very nice!
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