Los momentos del bosque

Este blog está dedicado a LOS MOMENTOS DEL BOSQUE: A los días de sol, de niebla o de frío. A los días de otoño cuando el bosque radiante se viste de gala, y a los caminos perdidos que se dirigen a rincones escondidos donde el bosque guarda sus secretos.

El silencio del bosque

En la superficie en calma del agua flota el polen de las flores, las partículas de polvo y las hojas muertas, pero en el agua no se aprecia el menor movimiento. Una rama caída, desde hace mucho tiempo está medio sumergida, pero sin producir ni la más leve onda. Ni siquiera la brisa, ni los rayos del sol tardío, se atreven a mover el agua inerte.
Parece que así ha debido de ser siempre, y que así deberá seguir siendo, de lo contrario, no podrían estar en este rincón perdido, donde el bosque, por un capricho suyo, prefiere el silencio.

La primavera en el bosque

El bosque se llena de actividad y color. Cuando llega la primavera, el bosque despierta de su letargo invernal y renace una vez más, como si fuera la primera vez.

Una alfombra de hojas

Con la llegada del otoño, las hojas, en un proceso lento y continuo, cambian de color y se desprenden de las ramas hasta dejar los árboles desnudos. El suelo de los bosques caducos (robles, castaños, etc) se cubre de hojas, formando una auténtica alfombra de hojarasca, de ramitas y cortezas, que con la humedad del invierno y la acción de los microorganismos, se descompone lentamente.
La naturaleza es sabia, y nunca actúa de forma inútil. Durante el otoño el bosque se irá adormeciendo poco a poco, y cuando llegue el invierno la vida del bosque se encontrará aletargada. Mientras tanto, la descomposición irá transformando la materia orgánica en humus, el abono vegetal que luego absorberá el subsuelo, favorecido por la filtración de las lluvias, y que aportarán más tarde los nutrientes necesarios para la regeneración del bosque y el resurgir de la vida en primavera.